Durante varios años he considerado mi espacio de trabajo como uno de los mejores sitios donde alguien puede laborar, ¿por qué?, está claro que no todos tienen la fortuna de tener a diario en sus manos dispositivos y software de vanguardia y, por fortuna, me gusta la tecnología con todo los cambios e innovaciones que conlleva.
Aunque, esta no es la única razón por la que puedo afirmar que disfruto mi trabajo, el formar parte de este espacio me ha permitido un constante acercamiento e intercambio de ideas con amigos, compañeros y usuarios.
Dentro de estas charlas, conversaciones e incluso debates, uno de los aspectos que han llamado mi atención es la constante resistencia al cambio en lo referente al uso de las tecnologías, muchas veces vista de manera negativa y por ello la renuencia en algunos casos para actualizar nuestros dispositivos, llámese celular o computadora.
En una de las charlas donde discutíamos sobre la negatividad y resistencia que ejercemos todos para aceptar una actualización en nuestro dispositivo, ya sea celular o computadora, salió a relucir el término “miedo”, relacionado a instalar nuevas versiones de programas o apps.
Aplicable en muchos casos también a cuestiones personales, este “miedo” sobresale en aspectos como cambiar de vida, actualizarse, modificar la forma de trabajar o cambiar de ciudad, cambios que pueden ser forzados, es decir, cambios que no buscamos. Ni hablar cuando perdemos un trabajo, nos deja una pareja, se frustra un proyecto, o algo que nos saque de un sistema que creemos conocer a la perfección. Si bien reconocemos que hay cosas que ya no funcionan, nos justificamos con preferir lo conocido, por encima de “lo bueno por conocer”.
Pero enfocándonos a lo tecnológico, nos basta con la opinión de algún conocido, o con tener un problema, para marcar o justificar nuestra resistencia y dejar atrás la idea de que algo nos puede ayudar.
No es secreto que vivimos en una etapa donde la tecnología evoluciona constantemente, siempre como respuestas a las necesidades de la sociedad, gracias a ello tiene gran impacto el comportamiento de las personas y en nuestra cultura. Sin ir más lejos, en estos meses nos hemos dado cuenta de la importancia de la tecnología en nuestras vidas. Estamos en el momento propicio para dejar atrás nuestra resistencia al cambio. Es un buen día para comenzar a actualizarnos.
Colaboración de Víctor Daniel Mendoza Pérez
CTA-CUValles